Las cadenas se tejen y no sueltan
los prejuicios poderosos sólo a conveniencia
Varón que inventaste tanta cosa sin conciencia
y que haces tan difícil con el humano la convivencia.
Entre tanto pueblo y hombre desastroso
no tengo espacio ni escuchan mi lamento
por ser mujer y equivocarme vetan mi rostro contento
y me condenan a la muerte sin miramiento
Dónde están los que de mi se aprovecharon
cómo es que no me defienden en el camino
en el cielo se guardará mi llanto cancino
porque aquí prefirieron juzgar mi destino
Canto alto en la entrega de la vida
enseñaste que es un camino urgente que hay que hacer
somos iguales en el camino del aprender
y no tengo menos derechos por ser mujer.
Donde quedan los que por mi amor me acusaron
me entregaron después de estarme amando
se lavan los pecados de vida al estar juzgando
tienen muchas mujeres pero en su religión van rezando
Las cadenas de los prejuicios y los juicios
no cesan de adornarse y de crearse una misión
dioses y dueños se creen por pertenecer a una religión
que dice que la mujer es carne de cañón.
Y te matan los que se creen superiores
llegas al cielo a los brazos del real señor
Él no te juzgará como tus hermanos sin amor
porque Él es el que premiará tu real valor.
Tan pequeña que me siento y no puedo hacer más
y sé que mis versos no muy lejos llegarán
pero en ellos mi voz de alerta siempre hallarán
Yo no voy a callar lo que con la sinrazón formarán.
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